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REGLA FISCAL ES PUESTA A PRUEBA

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Con el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) se da una guía para que el déficit fiscal no se aleje mas allá de su senda del 2022, después de que se suspendiera la regla fiscal este año y el otro, debido a la crisis económica que se está presentando por la pandemia del Covid-19, sin embargo, los supuestos en los que se basa son difíciles de cumplir. 

Sin lugar a duda, la pandemia del COVID-19 está ocasionando una recesión económica transcendental, provocando que distintos países tomen medidas para contener el virus y recuperar gradualmente la actividad productiva, sin embargo, hay mucha incertidumbre respecto a la evolución en el número de contagios y en descubrir una vacuna efectiva, es por esto que, el FMI ha rebajado su estimación en el crecimiento mundial de 3,3% en enero de 2020 a - 4,9% en junio. En el caso de Colombia, se estima una caída del 7,8%, dato que es menos alentador desde la proyección de abril - 2,4%.

En términos macroeconómicos este choque está afectando la economía en gran magnitud, repercutiendo en la cantidad de producción, el consumo, los ingresos, la inversión, el gasto, las exportaciones netas y aunque se estima que es transitorio aún no se sabe su duración.

Lo anterior refleja un panorama muy complejo para la política fiscal de Colombia, por un lado, se han incrementado las necesidades de gasto público para atender los efectos de la pandemia, está el fortalecimiento en los sistemas de salud, las necesidades de los hogares más vulnerables y dar un apoyo aquellas empresas que tienen problemas de liquidez, asimismo, si se observa los ingresos fiscales, estos han disminuido por una caída en el recaudo tributario y una reducción en el precio del petróleo.

De esta manera, el aumento del déficit fiscal de este año se explica por un mayor gasto público para enfrentar la pandemia y por su parte el incremento en la deuda bruta es por la caída del PIB, el déficit primario y la devaluación del peso colombiano.

En este sentido, el gobierno colombiano presentó el marco fiscal de mediano plazo (MFMP) con el fin de no poner en riesgo la sostenibilidad fiscal de mediano y largo plazo. Vale la pena mencionar que, esta estrategia se realizó por la recesión económica actual y la suspensión de la regla fiscal para los años 2020 y 2021, dando una mayor flexibilización al estado en el uso de su presupuesto.

Se resalta que, en toda la historia de Colombia nunca se había suspendido un instrumento de política tan importante como lo es la regla fiscal, recordando que este consiste en el compromiso que tiene el gobierno para reducir la diferencia entre los ingresos de la nación y sus gastos.

De esto modo en el marco fiscal de mediano plazo se presentó un ajuste fiscal para retomar la senda de déficit que exige la regla fiscal, antes de que empezará la pandemia, el déficit fiscal se proyectaba mayor al 6,1 como porcentaje del PIB en 2020, sin embargo, tal y como lo indica el MFMP el déficit será del 8,2 % del PIB para el presente año y del 2% del PIB a partir del 2022 y la deuda bruta sería alrededor del 65,6% del PIB para este año y 60,5 % para el 2021.

Este ajuste fiscal para el 2021 está centrado en perspectivas de un crecimiento económico optimistas (se contempla que la economía crezca un 6,6% el próximo año) y un crecimiento en el recaudo tributario del 12,1% para el 2021.

Ahora el déficit previsto para este año implica otras fuentes de financiamiento aparte de impuestos, como venta en la participación accionaria de empresas (ISA o Ecopetrol), prestamos externos (entidades multilaterales) o un aumento en la emisión de bonos (TES).

Ante este ajuste fiscal y el aumento en la deuda (interna y externa), la estrategia que plantea el gobierno es muy ambiciosa, teniendo en cuenta la alta tasa de desempleo que registra el país, un bajo consumo, asimismo, dada la situación que enfrentan las empresas actualmente se estiman bajas utilidades, por lo cual se ve limitado el impuesto sobre la renta para el próximo año y con unos precios bajos del petróleo, el dividendo de Ecopetrol también se reduce.

En conclusión, la pandemia del coronavirus no afecta solo la salud de las personas, también perjudica la economía, y en este punto es importante una política fiscal efectiva que ayude a incentivar la demanda agregada, pero esta política debe ser responsable con proyecciones hacia futuro, para tener una senda sostenible de deuda pública a través de los años, tiene que haber una reducción de gastos y un aumento de impuestos, específicamente una reforma tributaria, evento que será inevitable.

 

 

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